
Donald Trump volvió a encender la polémica este martes al insinuar públicamente que su administración revisará los papeles migratorios de Elon Musk, con el objetivo de evaluar una posible deportación del empresario. Aunque Musk es ciudadano estadounidense naturalizado desde 2002, el expresidente sembró dudas sobre la validez de su estatus legal, alimentando así una disputa personal que se ha vuelto política.
En declaraciones realizadas en el Jardín Sur de la Casa Blanca, Trump fue consultado sobre si su equipo evaluaba deportar a Musk y respondió: “Vamos a tener que echarle un vistazo”, lo que generó una fuerte repercusión mediática e institucional.
El conflicto entre ambos se intensificó en las últimas semanas tras la oposición pública de Musk al proyecto de ley fiscal impulsado por Trump, conocido como el “One Big Beautiful Bill”. El CEO de Tesla y SpaceX acusó al expresidente de estar promoviendo una medida que aumentará el déficit en US$ 3,3 billones y perjudicará a la industria tecnológica al eliminar subsidios clave para vehículos eléctricos.
Trump respondió en tono beligerante, acusando a Musk de haberse beneficiado más que nadie de ayudas estatales y advirtiendo que su gobierno utilizará a DOGE, el Departamento de Eficiencia Gubernamental, para revisar los contratos de Musk con el Estado.
La amenaza de deportación, aunque poco probable en términos legales, refleja el uso de herramientas institucionales con fines personales. Expertos en derecho migratorio señalan que la ciudadanía estadounidense solo puede revocarse por fraude comprobado, algo que no consta en el caso de Musk. No obstante, figuras cercanas a Trump, como Steve Bannon, ya habían planteado en junio la posibilidad de auditar el proceso por el cual Musk obtuvo sus primeras visas y su posterior naturalización, alegando posibles inconsistencias en sus declaraciones.
Por su parte, Musk reaccionó con dureza a los dichos del expresidente. Desde su red social X, calificó la amenaza como un “abuso de poder” y acusó a Trump de actuar por revancha política. También deslizó que podría fundar un nuevo espacio político, el “Partido América”, para competir en las elecciones presidenciales si el clima político sigue deteriorándose. En un breve mensaje luego eliminado, incluso sugirió que las motivaciones de Trump podrían estar vinculadas a su supuesta relación con el caso Epstein, aunque evitó profundizar en esa línea.