
Después de la intensa tormenta que afectó a sectores del norte de Buenos Aires, se están revelando detalles sobre el impacto de este fenómeno, que provocó acumulaciones de 200, 300 y hasta 400 milímetros en diferentes áreas en menos de 48 horas. Según fuentes oficiales, en el momento de las lluvias, se estima que la región afectada ya había cosechado entre el 90% y el 95% de la soja de primera siembra, mientras que la recolección de la soja de segunda siembra estaba entre el 50% y el 60%. Esta última es la que ahora enfrenta mayores problemas a causa de los excesos hídricos. El Gobierno está recibiendo informes constantes sobre la situación. En este contexto, municipios como Salto experimentaron, por primera vez en 103 años, 300 mm de lluvia en mayo, según informaron asesores técnicos.
Chacabuco también registró cifras notablemente elevadas, con un promedio en el norte bonaerense que, en un año típico, ronda los 1,100 milímetros anuales. Sin contar mayo, el promedio acumulado entre marzo y abril fue de 256 mm. Esta situación es crítica en muchos lugares, donde no se puede continuar con la cosecha ni retirar lo que ya se ha recolectado. Además, los anegamientos retrasarán la siembra de los primeros lotes de trigo.
“Desde el jueves, en el partido de Salto, las lluvias alcanzaron un promedio cercano a los 300 mm, con registros de 200 mm en Berdier y hasta 360 mm en Inés Indart. Estos valores se suman a los 130 mm caídos durante la primera quincena del mes. Es la primera vez en al menos 103 años que en mayo se registran más de 300 mm en Salto. Algunos puntos incluso superaron los 400 mm”, informó Sergio Grosso, ingeniero agrónomo de Meteo Salto. Desde el 4 de febrero, cuando cesó la sequía de enero, la zona ha acumulado 942 mm.
Además, el río Salto alcanzó niveles históricos, superando los 10 metros (10.20 metros al mediodía del sábado), superando el récord anterior de 9.60 m del 14 de abril de 2017. A la tragedia urbana, que se repite con frecuencia en la ciudad, se suman significativos daños en la producción. Hay amplias áreas rurales anegadas, con cultivos aún por cosechar. Aproximadamente la mitad de la soja de segunda siembra y todo el maíz tardío sigue sin cosecharse. Es complicado evaluar las pérdidas mientras persista la inundación, pero todo indica que a las consecuencias de la sequía estival se sumarán ahora los excesos de agua en otoño, añadió Grosso.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que las lluvias generaron mayores acumulaciones de lo esperado en el norte de la provincia. “Observamos una gran área con más de 160 milímetros de precipitación en toda la zona noreste de la región núcleo y, en particular, en la zona de Pergamino y Rojas, donde las acumulaciones superan los 220 milímetros; la situación es muy delicada”, comentaron.
Desde la Secretaría de Agricultura de la Nación, se presentó un informe que señala que los niveles de almacenamiento hídrico en Buenos Aires siguen siendo altos. Las zonas afectadas abarcan los corredores de las rutas nacionales 5, 7, 8 y 9, que presentan anegamientos y cortes de ruta, aislando poblados. Esta área incluye las Delegaciones de Pergamino, Junín, Lincoln, Bragado y el norte de la Delegación 25 de Mayo.
Debido a esta situación, que complicó la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa, el Senasa autorizó que los bovinos de los partidos o departamentos afectados puedan ser trasladados sin la vacunación previa obligatoria, siempre que esta se complete una vez que los animales lleguen a su nuevo establecimiento.
José Luis Tedesco, productor, asesor y expresidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), informó que Chacabuco recibió entre 320 y 350 milímetros en estos días, con algunos lugares alcanzando los 370 mm. Antes de estas precipitaciones, los campos tenían napas freáticas a 3.5 metros de profundidad. Aunque estos excesos representan una oportunidad de absorción por la capacidad de almacenamiento de los lotes, Tedesco observó que las vías de drenaje, que no funcionan adecuadamente, provocaron la acumulación de agua. “Si hubiésemos mantenido las vías de drenaje limpias y eficientes, la acumulación habría sido menor, especialmente porque las napas aún estaban bastante bajas”, explicó.
Tedesco recordó un evento similar en agosto de 2015 con precipitaciones de unos 300 mm. “Desafortunadamente, nunca se han solucionado los problemas de drenaje en la región pampeana. El río Salado, por ejemplo, tiene escasa pendiente y poca velocidad de escurrimiento. A pesar de que el sector agropecuario ha aportado US$150,000 millones en retenciones, eso no se ha traducido en obras ni mejoras para la producción”, detalló.
En la región, resta cosechar entre el 15% y el 20% de los cultivos, en promedio, y esta situación, con márgenes económicos ya ajustados, podría dejar a muchos productores fuera de la actividad o forzarlos a refinanciar deudas. Tedesco recordó el fuerte impacto ya sufrido por tres años consecutivos de sequía.
Asimismo, hubo zonas donde se registró una fuerte granizada, como entre Santa Eleodora y El Día, en el partido de General Villegas, lo que causó daños en cultivos, animales, silobolsas e incluso estaciones meteorológicas a campo. “La granizada fue impresionante. Solo recuerdo un evento similar de nuestra infancia, pero hacía años que no veíamos nada igual”, contó Juan Balbín, productor y expresidente del INTA y de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Las piedras fueron tan grandes que resultaron en silobolsas destruidas y vehículos dañados de manera grave. Tras estos intensos episodios de lluvia, ahora se pronosticaron heladas para el martes, miércoles, jueves y viernes próximos, con una duración que podría oscilar entre una y tres horas.