
Cristian Trevolazavala se ha convertido en un referente del cambio transformador en el ámbito empresarial. En 2017 asumió la dirección de un campo de 400 hectáreas en Tandil y, actualmente, gestiona un total de 3500 hectáreas, sumando las alquiladas, donde aplica una combinación de agricultura y ganadería de precisión. Todos sus campos cuentan con un adecuado ambiente de trabajo, complementado por mapas de rindes, mapeos mediante drones y escaneos de suelos.
Esto le permite realizar mejores prescripciones de fertilización y siembra variables, optimizando así la eficiencia en el uso de insumos. Para gestionar su maquinaria, utiliza una plataforma que, entre otras funciones, proporciona trazabilidad de las labores de la pulverizadora en los cultivos.
La ganadería en su campo es de ciclo completo, con módulos de cría y recría certificados por Ovis 21, que promueven un enfoque de ganadería regenerativa y manejo holístico. Utiliza semen de toros genotipados en la selección de las vacas y destina la "cabeza" del destete a un consignatario local que ha formado un grupo de productores con la capacidad de exportar animales de 450 kilos bajo una marca propia.
En 2017, se hizo cargo de un campo de 400 hectáreas en Tandil y hoy gerencia 3500 hectáreas cuando se suman las alquiladas
Un camino de innovación
La empresa Sucesores de Miguel Amand de Mendieta posee 400 hectáreas propias, pero su gestión abarca un total de 3500 hectáreas, incluyendo las alquiladas. En el partido de Tandil, se desarrollan actividades agrícolas en 3200 hectáreas, mientras que el resto se destina a ganadería de ciclo completo.
El clima en la región es templado húmedo, con precipitaciones que oscilan entre 800 y 1000 mm anuales, y una temperatura media de 15 °C, lo que se traduce en inviernos fríos y veranos bastante calurosos. Los suelos varían desde bajos inundables hasta lomas profundas y toscas en la superficie. Cada fracción de terreno tiene una caracterización de su suelo, permitiendo identificar áreas propensas a heladas, así como aquellas que no se hielan, y distintos tipos de lomas.
“Empecé a colaborar con Los Grobo en 2011, organizando la estructura interna de empresas. Fue ahí cuando conocí a Miguel Amand de Mendieta, dueño de una empresa familiar que, en aquel entonces, lidiaba con una alta carga operativa”, recuerda Trevolazavala.
“Durante muchos años trabajé junto a este productor, quien falleció en 2017 a los 57 años. En ese momento, tenía 33 años y la familia me propuso liderar la empresa. Acepté y me impuse grandes desafíos, como profesionalizarla y dinamizarla para evitar el estancamiento. Para afrontar estos retos, me formé: realicé un máster en Business Administration, obtuve diplomas en Bioeconomía y Cáñamo industrial, además de participar en diversos cursos de capacitación, con el objetivo de contar con las herramientas necesarias para transformar la empresa”, añadió.
En ese partido, el clima es templado húmedo, con lluvias de 800 a 1000 mm anuales y una temperatura promedio de 15 °C, muy frío en invierno y bastante caluroso en verano. Los suelos de las distintas fracciones de la empresa van desde bajo dulce hasta lomas profundas o con tosca en superficie
“Desde 2017, esa capacitación me ha permitido innovar e integrar la sostenibilidad en la visión empresarial. Además, me propuse trasladar estos conceptos a todos los integrantes de la empresa, para que se comprometan con estas ideas. Busqué permanentemente desarrollar un equipo enfocado en las personas y con objetivos innovadores, garantizando que todos los participantes estuvieran alineados con este propósito”, destacó.
“Para alcanzar esos objetivos y mejorar la organización interna, establecimos procesos que permiten a cada integrante conocer sus responsabilidades diarias. Una persona que estaba a cargo de las siembras, por ejemplo, comenzó a utilizar órdenes de trabajo para cada tarea y realizó cursos de agricultura de precisión para implementarla en el campo”, ejemplificó.
En la selección de las hembras busca buena aptitud materna
Sistema agrícola digitalizado
La empresa dedica 3200 hectáreas a la agricultura en secano, cultivando trigo, cebada y arvejas como cultivos invernales, y maíz, sorgo y girasol como especies estivales. La digitalización y la agricultura de precisión han sido dos herramientas clave para llevar adelante sus actividades agrícolas.
“Comenzamos creando mapas detallados de los campos que nos sirvieron como base para incorporar imágenes satelitales. Empleamos diversas plataformas y actualmente utilizamos ACA Mi Campo, que permite ambientar los lotes agregando capas con información productiva, como mapas de rindes, y mapeos con drones o escáneres de suelos, además de controlar la evolución de los cultivos”, explicó.
“A la ambientación de los lotes, se le añaden datos provenientes de la cosechadora y otras mediciones; esto resulta en mejores prescripciones de fertilización y siembra variables, permitiendo maximizar la eficiencia en el uso de insumos”, destacó Trevolazavala.
Para la gestión de la maquinaria se emplea la plataforma Acronex, un sistema con sensores que recogen datos en tiempo real y que, por ejemplo, permite obtener trazabilidad de las labores de la pulverizadora en los cultivos. Equipado con una estación meteorológica paralela, informa sobre las condiciones climáticas durante la intervención, la cantidad de producto distribuido, la calidad de la gota y otros datos relevantes que son útiles, además, en discusiones por deriva con vecinos en caso de reclamos.
A la ambientación de los lotes, se le agregan datos provenientes de la cosechadora y otras mediciones; con eso se logran mejores prescripciones de fertilización o siembra variables, que permiten lograr mayor eficiencia en el uso de los insumos utilizados”
Los rindes agrícolas de la empresa son superiores en comparación con los de la región. En condiciones normales, el trigo puede alcanzar rendimientos de hasta 7000 kg/ha. En soja de primera se cosechan 3400 kg/ha y 2500 kg/ha en la soja de segunda. En maíz, los rendimientos oscilan entre 8000 y 10000 kg/ha, utilizando tres densidades diferentes para adaptarse a los potenciales de los lotes.
Ganadería certificada
La ganadería es de ciclo completo, con módulos de cría y recría certificados desde hace cuatro años con Ovis 21, que fomenta la ganadería regenerativa y un enfoque holístico de manejo, dado que el campo tiene un enfoque pastoral y busca recuperar los procesos vitales del ecosistema.
En la actualidad, la empresa cuenta con 270 vientres de cría, reponiendo su rodeo con hacienda propia. Parte de esta producción también está disponible para la venta, con trazabilidad, participando en remates de vientres. La hacienda que se ofrece lleva consigo un código QR en el corral, que detalla la fecha de nacimiento, la línea genética, las intervenciones veterinarias y los certificados de salud, como libre de brucelosis, vacunación antiaftosa y Ovis 21.
Los animales se alimentan con pasturas polifíticas que incluyen alfalfa, festuca, pasto ovillo y tréboles en suelos de alta calidad, mientras que en áreas menos óptimas se utiliza Lotus corniculatus. También se dispone de una superficie de verdeos para pastoreo y confección de rollos.
El aprovechamiento de las pasturas es intensivo, con parcelas que van de cinco a siete hectáreas y un cuidadoso manejo del pasto. “Las vacas pasan un tiempo determinado en las pasturas y luego se encierran para minimizar el daño por pisoteo; cuando es necesario, se suplen con silaje de maíz”, explicó el productor.
En soja de primera pueden cosechar 3400 kg/ha y 2500 en las de segunda
Siempre hay una persona encargada del manejo del pasto, quien realiza mediciones de la producción forrajera cada 15 días siguiendo un protocolo específico. También se emplean protocolos para el manejo sanitario en colaboración con el veterinario.
Al asumir el control del campo, notó que tenía vacas de gran tamaño, alcanzando los 600 kg. Inició un plan de selección junto a Select Debernardi para promover un marco moderado y aumentar el número de vientres por hectárea. En la selección de hembras, se prioriza una buena aptitud materna, buscando animales que eviten complicaciones en el parto y produzcan terneros con alto ritmo de crecimiento, siempre que se les brinde suficiente alimento para maximizar su potencial genético. Este proceso se lleva a cabo mediante inseminación artificial con toros genotipados para asegurar una rápida disminución del tamaño de los vientres.
El destino de los animales destetados varía según el año. Cuando los terneros alcanzan un precio alto en dólares, se venden rápidamente, aprovechando la producción forrajera del campo para realizar reservas. En situaciones contrarias, la "cabeza" se destina a un consignatario local que ha establecido un grupo de productores que ofrecen animales de exportación de 450 kilos. Para este fin, en la empresa se realiza una recría prolongada, seguida de un encarcelamiento para la terminación. Con el resto de los terneros, se lleva a cabo una recría corta, orientada a producir novillos para el mercado interno.
El emprendimiento de generar animales para exportación busca comercializar cortes con marca propia -Pura Pampa- y ya cuenta con un cupo de exportación para este grupo de productores innovadores.
En la recría, se gestionan continuamente datos sobre ganancias diarias, lo que permite tomar decisiones basadas en las pesadas. Si los aumentos planificados no se logran, se ajusta de inmediato la alimentación.
Gestión administrativa
“Los trámites” siempre representan un desafío para las pymes. Para abordarlos, Cristian utiliza una plataforma llamada Gestor Max, proporcionada por un proveedor local. Esta herramienta permite registrar una gran cantidad de datos que reflejan los movimientos internos y la actividad operativa, económica y patrimonial de la empresa agropecuaria. Facilita el análisis de la situación desde perspectivas fiscal, contable, financiera, administrativa y productiva.
“Antes de ingresar los datos, se definen claramente los roles y responsabilidades de cada persona y las actividades que les competen. Este enfoque permite planificar y trabajar de manera ordenada luego con la plataforma contable. No se puede tener todo en la cabeza o en un cuaderno”, aconsejó, subrayando la importancia de estas herramientas a la par de la agricultura de precisión en los lotes.
Gestor Max es un software administrativo contable que proporciona información constante al contador y a los administradores. “Ofrece balances de ganancias todos los días del año, considerando las variaciones en los precios de productos e insumos, generando oportunidades comerciales”, se entusiasmó. Para la comercialización de la producción de granos, participa de una reunión mensual con la consultora AZ-Group y cuenta con asesoramiento personalizado de uno de sus integrantes.