Lunes, 26 de mayo de 2025   |   Internacionales

Renuncia el líder del grupo humanitario en Gaza apoyado por EE.UU.

Renuncia el líder del grupo humanitario en Gaza apoyado por EE.UU.

Renunció el jefe de un nuevo programa de ayuda para Gaza, preocupado por la imparcialidad

El director de un nuevo programa de distribución de ayuda humanitaria para Gaza, respaldado por Estados Unidos e Israel, presentó su renuncia tras semanas de controversia. En su dimisión, destacó su preocupación por la imparcialidad y urgió a Israel a permitir el ingreso de más asistencia al enclave bloqueado.

La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) tiene como objetivo implementar un mecanismo controlado para la entrega de ayuda a Gaza. Sin embargo, ha sido objeto de críticas por parte de las Naciones Unidas y otros organismos, que advierten que su enfoque podría desplazar aún más a los palestinos y poner en riesgo la vida de civiles.

Jake Wood, un veterano militar estadounidense, dejó su cargo como director ejecutivo de GHF tras apenas unas semanas desde el lanzamiento del programa por Estados Unidos a principios de mayo.

"Estoy orgulloso del trabajo que supervisé, incluido el desarrollo de un plan pragmático para alimentar a las personas hambrientas y abordar las preocupaciones sobre el desvío de ayuda, complementando así el trabajo de ONG establecidas en Gaza", expresó Wood en su declaración.

"Sin embargo, es evidente que no se podrá implementar este plan si no se respetan estrictamente los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, que son innegociables para mí”, añadió.

La GHF emitió un comunicado expresando su "decepción" por la renuncia de Wood y criticó a quienes, según ellos, se han enfocado más en destruir la iniciativa que en lograr la asistencia necesaria.

La organización anuncia que comenzará las entregas el lunes, con planes de ampliar rápidamente la ayuda para alimentar a "toda la población en las próximas semanas". Según indicaron, sus "camiones están cargados y listos para salir".

Este plan ha recibido la aprobación de Israel y Estados Unidos, quienes aseguran que está diseñado para impedir que Hamas "robe" la ayuda.

Las primeras entregas se realizarán en cuatro puntos de distribución, ubicados en el sur y centro de Gaza, pero ha enfrentado un fuerte rechazo de importantes funcionarios humanitarios. La ONU y otras organizaciones también han rehusado colaborar con el nuevo grupo.

La ONU advirtió que limitar los sitios iniciales a esas áreas podría interpretarse como un respaldo a los objetivos de Israel de forzar a "toda la población de Gaza" a abandonar el norte, tal como lo declaró el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, a principios de este mes.

Tanto Estados Unidos como la GHF han hecho hincapié en que este no es un esfuerzo israelí, a pesar de contar con el respaldo y la designación de los lugares de distribución por parte de dicho país.

En declaraciones a CNN a principios de mayo, Wood pidió a la ONU y a otros grupos que reconsideraran su oposición, admitiendo que el plan “no era perfecto”, pero que facilitaría el acceso a ayuda crítica y alimentos para los que más lo necesitan en Gaza.

En su renuncia, Wood expresó su deseo de haber establecido la fundación como una “entidad humanitaria verdaderamente independiente”. Manifiestó estar "horrorizado y desconsolado" por la crisis de hambre en Gaza, y pidió a Israel que amplíe significativamente el suministro de ayuda.

"Insto a todas las partes a seguir explorando métodos innovadores para la entrega de ayuda, sin demoras ni discriminación", afirmó.

Se prevé que el GHF solo podrá atender al 60% de la población de Gaza en sus primeras semanas.

Un contratista de seguridad privado estadounidense se encargará de proteger los camiones de ayuda en su trayecto desde la frontera hasta los puntos de distribución, aunque no participará en la entrega a los civiles.

Gaza enfrenta una grave crisis humanitaria caracterizada por una escasez crítica de alimentos. Desde el inicio del bloqueo israelí en marzo, el Ministerio de Salud palestino ha reportado 58 muertes atribuibles a desnutrición y 242 por falta de alimentos y medicinas. Además, se han registrado más de 300 abortos espontáneos relacionados con la falta de nutrientes.

La semana pasada, Israel anunció que permitirá el ingreso de alimentos básicos a Gaza por motivos operativos, mientras su ejército continúa con su ofensiva, denominada “Carros de Gedeón”. La Oficina del Primer Ministro israelí indicó que una crisis de hambre en Gaza podría interrumpir la operación, diseñada para derrotar a Hamas.

Ahmad Al-Banna, panadero en Deir al-Balah, comentó que reabrió su negocio a principios de la semana, pero tuvo que cerrar tres días después por falta de harina. “Gaza está agotada”, dijo. “Hay gente muriendo de hambre en las calles”.

Otra residente, Um Jamal Musleh, expresó su dependencia de una cocina de beneficencia y el temor a pasar hambre tras enterarse de que esa sería su última jornada de operación.

Asmaa Al-Kafarneh, que esperaba en la cocina, lamentó no haber probado pan en dos meses, advirtiendo que “si no morimos por los ataques aéreos israelíes, lo haremos de hambre”.

Israel anunció el ingreso de 107 camiones con ayuda el domingo, pero la ONU enfatizó que esto es insuficiente. Según la UNRWA, se necesitan entre 500 y 600 camiones diarios para evitar una catástrofe humanitaria, mientras que la organización ha señalado preocupaciones sobre las rutas inseguras impuestas por Israel, que complican la llegada de la ayuda.

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