
Tras la decisión del gobierno nacional de permitir la importación de medicamentos, kits de diagnóstico, vacunas y otros productos biológicos destinados exclusivamente al uso veterinario, provenientes de países con “estándares equivalentes”, el sector agropecuario ha presentado opiniones diversas. Mientras las entidades rurales celebran la medida como un avance hacia una mayor competitividad y una reducción de costos, representantes de la industria nacional de laboratorios han expresado preocupaciones sobre posibles riesgos sanitarios y han exigido condiciones justas de competencia. Uno de los aspectos llamativos de esta decisión es la exclusión de Brasil de la lista de países aprobados.
Fernando Matticoli, director Comercial de Laboratorio CDV, destacó: “Celebramos la libre competencia en igualdad de condiciones, tanto técnicas como regulatorias y fiscales. Es fundamental que el gobierno busque acuerdos comerciales que aseguren la reciprocidad en la apertura de mercados para importar y exportar. En nuestro caso, enfrentamos procesos complejos para el registro de productos que pueden tardar entre 8 y 10 años”.
Dentro de estas desregulaciones, se incluye la vacuna contra la fiebre aftosa, crucial para mantener la salud del ganado bovino y garantizar el acceso a mercados internacionales. Según lo adelantado por el ministro de Economía, Luis Caputo, el tiempo de aprobación de trámites pasará de dos años a un máximo de 90 días hábiles administrativos. “Se espera un impacto en la reducción de los costos de productos estratégicos, como la vacuna contra la fiebre aftosa, que actualmente se cotiza en Argentina alrededor de 1,20 dólares por dosis (1,36 dólares en diciembre de 2023), mientras que en países vecinos como Paraguay y Uruguay se encuentra entre 0,37 y 0,50 dólares”, agregó.
Biogénesis Bagó, consultada por LA NACION, manifestó que no está claro si esta normativa incluye la vacuna contra la fiebre aftosa, dado que cuenta con un régimen particular. Sin embargo, resaltaron su compromiso con adaptarse a las regulaciones, ya que compiten en más de 60 países.
En este contexto, señalaron que, como ha ocurrido siempre, la competencia está asegurada. Si se flexibilizan controles o procesos, es probable que nuevos competidores ingresen más rápidamente al mercado. Además, hicieron hincapié en que siempre se deben considerar aspectos vinculados a la protección del estatus sanitario para no poner en riesgo los mercados cárnicos que Argentina ha logrado accesos. La estabilización de las variables económicas beneficiará, sin duda, a las empresas, afirmaron, y subrayaron que continúan trabajando continuamente para mejorar la competitividad del sector.
Desde Tecnovax, al ser consultados por LA NACION, prefirieron no hacer comentarios ya que están analizando los detalles de la normativa.
El objetivo del Gobierno con esta medida es facilitar el acceso a tecnologías veterinarias innovadoras, sin perder la trazabilidad ni las garantías de calidad, y brindar apoyo al sector productivo y a la sanidad animal nacional.
Fuentes calificadas confirmaron a LA NACION que la decisión de no incluir a Brasil en la lista de países aprobados se debe a que el país vecino ha dejado de vacunar y no produce vacunas contra la fiebre aftosa. Además, indicaron que algunos lotes no aprobaron las pruebas en Argentina, lo que lleva a un intento de evitar alertas sanitarias constantes. Se mencionó también que la lista de países podría ampliarse si otros cumplen con las regulaciones adecuadas.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), expresó que la medida será bienvenida si mejora los costos para los productores. “Siempre hemos manifestado nuestro apoyo a cualquier desregulación que nos brinde competitividad y reduzca los altos costos de los insumos. Por ejemplo, en el caso de la fiebre aftosa, los ganaderos enfrentamos costos de vacunación muy superiores a los de los países vecinos”, puntualizó.
Pino compartió que en Mendoza, los productores debieron pagar 3.400 pesos por animal en esta campaña, lo que equivale a más de 3 dólares. “La distorsión de precios a nivel país es considerable. Hemos venido diciendo que es necesario debatir el sistema vigente. Es fundamental poder decidir qué y a quién comprar, lo que contribuirá a un mercado más competitivo. Estos costos internos, sumados a los impuestos, constituyen el conocido costo argentino que nos deja fuera de la competencia”, añadió.
Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), afirmó: “Apoyamos la apertura de mercados, siempre que se garantice que las vacunas importadas cumplan con los mismos estándares de calidad y control que las nacionales, en condiciones de igualdad sanitaria y comercial”. También subrayó: “Desde CRA no nos oponemos a la importación de vacunas, pero exigimos que se haga en condiciones equitativas con la producción local”.
En este mismo sentido, Ignacio Kovarsky, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), celebró la medida y opinó que la importación y desregulación de vacunas es positiva. “Bienvenida la competencia. Hay muchos productos que en otros países han utilizado durante años y que aquí no estaban disponibles por la burocracia. Un ejemplo es la RB51, una vacuna contra la brucelosis que se estaba usando en otros lugares y recién ahora la tenemos. Aunque la resolución es insuficiente al momento de implementarla, y necesitamos más libertad para utilizar esta vacuna, es un avance”, dijo.
Kovarsky también mencionó que existen muchos biológicos y vacunas para diarreas neonatales en terneros y enfermedades respiratorias que no habían estado disponibles en Argentina. “Lo mismo aplica para vacunas que ya tenemos en el país; la llegada de nuevas marcas para competir es buena. En definitiva, cualquier medida relacionada con vacunas y productos veterinarios que ayude a reducir costos es muy positiva. Aunque no estoy seguro de cómo se regularán los productos argentinos con costos argentinos, aumentar la variedad y competencia en el mercado es beneficioso para la sanidad animal y para los costos de los productores”, concluyó.