Sábado, 17 de mayo de 2025   |   Internacionales

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este sábado que Walmart debería dejar de “tratar de culpar a los aranceles” tras el anuncio del minorista sobre el aumento de precios de sus productos.

El CEO de Walmart, Douglas McMillon, indicó que los incrementos en los precios eran consecuencia de los elevados aranceles impuestos por la administración Trump, especialmente sobre los productos provenientes de China. En una llamada sobre las ganancias de la empresa el jueves, McMillon comentó: “Haremos todo lo posible para mantener nuestros precios lo más bajos posible. Sin embargo, dada la magnitud de los aranceles, incluso con los niveles reducidos anunciados esta semana, no podemos absorber toda la presión debido a los estrechos márgenes del retail”.

Trump reaccionó el sábado mediante una publicación en Truth Social, donde mencionó que “entre Walmart y China deberían, como se dice, ‘COMERSE LOS ARANCELES’, y no cobrar NADA a los valiosos clientes. Estaré vigilando, ¡y sus clientes también!”.

Sus declaraciones coincidieron con las de Howard Lutnick, secretario de Comercio, quien el domingo en el programa ´State of the Union´ de CNN argumentó que “las empresas y los países normalmente absorben los aranceles”. El exsecretario del Tesoro, Larry Summers, calificó esos planteamientos de “ridículos”.

Varios economistas han alertado a CNN de que los aranceles afectarán principalmente a los estadounidenses de ingresos bajos y medios, que históricamente han sido la base de clientes de Walmart. Este minorista es una opción habitual para quienes buscan productos esenciales, como alimentos.

Los aumentos de precios se espera que se implementen a finales de mayo, con incrementos significativos proyectados para junio, según lo declarado por el director financiero de Walmart, John David Rainey, a CNBC.

Con más de 4,600 tiendas en Estados Unidos, Walmart importa mercancía de países como Canadá, China, India, México y Vietnam. Estos países enfrentan un arancel mínimo del 10 %, mientras que las importaciones de acero, aluminio, automóviles y partes de automóviles tienen un arancel del 25 %.

McMillon anotó: “Todos los aranceles nos generan presión sobre los costos, pero los más altos sobre China son los que impactan de forma más notable”.

Bajo la administración de Trump, los aranceles sobre la mayoría de los productos chinos llegaron a un 145 %, aunque esta tasa se redujo al 30 % el lunes pasado como parte de una tregua de 90 días con China. Sin embargo, el mandatario dijo que estos aranceles podrían incrementarse significativamente sin un acuerdo comercial.

Mientras tanto, otros países están en negociaciones con Estados Unidos en medio de esta pausa temporal en los aranceles recíprocos. Según Lutnick, los aranceles básicos “no bajarán del 10 %” durante las discusiones.

La guerra comercial implementada por Trump ha socavado la confianza del consumidor en los últimos meses. La Universidad de Michigan reportó una caída del 2.7 % en el índice de confianza del consumidor entre abril y mayo, un dato que se aproxima a un récord, reflejando el temor a una posible recesión.

“Hemos notado que la inflación en alimentos es una preocupación muy relevante”, señaló McMillon. Entre los productos que mencionó como importaciones de Colombia, Costa Rica y Perú, se encuentran los plátanos, aguacates y café. Estados Unidos también importa remolacha, repollo, melones y piñas de Costa Rica, mientras que las batatas y cítricos provienen de Perú. No obstante, Walmart no especificó cuánto podrían aumentar los precios de frutas y verduras.

“Nos esforzaremos por controlar los elementos que están a nuestro alcance para mantener los precios de los alimentos en niveles bajos”, añadió McMillon, sugiriendo que “gestionar el desperdicio de alimentos frescos” podría ser parte de la solución.

De febrero a abril, el precio promedio de los plátanos por libra aumentó aproximadamente 2 centavos en los minoristas estadounidenses, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Ryan Monarch, profesor adjunto de Economía en la Universidad de Syracuse, destacó que los consumidores no pueden esperar meses para comprarse productos de temporada, como los de las compras navideñas. Walmart se está enfocando actualmente en las mercancías para el regreso a clases, y McMillon apuntó que los aranceles deben pagarse apenas un producto entra por la aduana, lo que implica que los aranceles más altos ya afectan los envíos.

“Lo que estamos observando es una presión alcista que comenzó en abril y se mantendrá a lo largo del año sobre los productos importados”, declaró McMillon.

La complejidad para calcular costos arancelarios y volúmenes de pedidos podría incrementarse al abordar decisiones sobre eventos como Halloween y Navidad. “Particularmente, China representa un volumen significativo en categorías como electrónica y juguetes”, afirmó.

Aproximadamente el 80 % de los juguetes vendidos en Estados Unidos son fabricados en China, de acuerdo con la Asociación de Juguetes. Compañías como Hasbro, dueña de Nerf y Play-Doh, han indicado que quitarán algunos artículos de su catálogo, mientras que Mattel, creadora de Barbie, ha advertido sobre subidas de precios a causa de los aranceles.

Trump reconoció el posible impacto de los aranceles en la industria juguetera al decir: “Quizás los niños tengan dos muñecas en lugar de 30, y tal vez esas muñecas cuesten un par de dólares más de lo habitual”.

Los precios de los juguetes ya están en aumento. Un análisis de Telsey Advisory Group reveló que el precio de una muñeca Barbie con traje de baño vendida en Target, un competidor de Walmart, subió un 42.9 % en una semana a mediados de abril, alcanzando los US$ 14.99.

En el ámbito de los videojuegos, se anticipan grandes subidas de precios. Por ejemplo, la Switch 2 de Nintendo, que inicialmente costaba US$ 450, podría alcanzar unos US$ 600. Asimismo, el iPhone 17 de Apple podría resultar en un costo superior a US$ 1,000, en lugar de US$ 799, afirmó Daniel Morgan, un gestor de cartera sénior en Synovus.

Los productos de cuidado infantil, como cochecitos, ropa, sillas de auto y leche de fórmula, también están propensos a un aumento de precios, dado que se estima que alrededor del 90 % de estos productos para niños y bebés se fabrican exclusivamente en China, y esta situación no cambiará pronto.

“Los consumidores necesitan esos productos. Aun si los precios suben, continuarán comprándolos”, comentó Monarch. “Por ende, es probable que estos productos vean aumentos de precios pronto”.

En 2024, China exportó bienes a Estados Unidos por más de US$ 438,000 millones, de los cuales el 19 % correspondió a maquinaria y electrodomésticos. En tanto, el 4 % se refiere a la ropa de cama, muebles e iluminación.

Rainey, el director financiero de Walmart, señaló que las ventas de artículos generales en Estados Unidos experimentaron una ligera disminución en el primer trimestre, con debilidad en las categorías de productos electrónicos, artículos para el hogar y artículos deportivos. Debido a que estos productos no son esenciales como los alimenticios y de cuidado infantil, es más probable que los consumidores pospongan su compra.

“Los consumidores están muy preocupados, y lo que están haciendo es retrasar la adquisición de bienes duraderos, como coches y electrodomésticos”, concluyó Monarch. Asimismo, destacó que Walmart fue una de las empresas que aumentó sus importaciones antes de la implementación de los aranceles, lo que les permitió abastecerse de productos no perecederos.

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