

La semana pasada, cuando el PRO realizó su Asamblea Nacional, el primer encuentro de los principales dirigentes amarillos después de las elecciones legislativas, quien ofició de vocera fue la diputada nacional María Eugenia Vidal. Unas horas antes, tuvo una foto cargada de significado: junto a Mauricio Macri en un evento de Hacemos Argentina, la fundación que lidera, enfocada en temas de educación.
La ex gobernadora dejará su banca en el Congreso en 20 días. Ya adelantó, por lo bajo, pero también en público, que “no hace falta tener un cargo para hacer política” y que el PRO tiene que ser una “oposición constructiva” y una alternativa al gobierno libertario dentro de dos años. Constructiva, pero oposición al fin. En la misma línea se movió este año, cuando acompañó a todos los candidatos amarillos que compitieron contra LLA.
“En lugar de querer destruirnos, como se vio en este último tiempo, el gobierno tiene que entender que lo que más le conviene es un PRO fuerte para que la alternativa sea con nosotros y no con el kirchnerismo”, señaló a este medio un importante dirigente amarillo. La propia Vidal, entrevistada en Infobae en Vivo y en A24 este miércoles, planteó un escenario similar.
“No podemos tener miedo cada dos años de volver atrás. Ese miedo tiene que terminar. El Gobierno tiene la responsabilidad de gobernar bien y nosotros, los que no estamos en el Gobierno, tenemos la responsabilidad de construir una alternativa que no sea el kirchnerismo, y que le vuelva a dar tranquilidad a todos los argentinos y que puedan decir ‘bueno, pero si no está Milei pueden estar ellos y no va a volver todo atrás’”, sostuvo la diputada.
Vidal, como al igual que Macri, piensa que el partido tiene que iniciar cuanto antes una reconstrucción política para encontrar un candidato que pueda disputar la presidencia en 2027. Más allá de las declaraciones públicas, puertas adentro del partido hay opiniones contrapuestas, y algunos apuestan a un proceso más paulatino para, primero, fortalecer el PRO a nivel parlamentario (el bloque de diputados tuvo una fuerte reducción y quedará integrado con 15 miembros) y defender los territorios que hoy gobierna: CABA, Entre Ríos y Chubut.
“Nosotros sí queremos tener un candidato propio, pero no por capricho. Para que la alternativa, para que el riesgo cuca del que habló tanto el presidente (Javier Milei) en esta campaña desaparezca, lo que tiene que pasar es que tiene que haber una alternativa en la Argentina, tiene que haber dos partidos serios, sólidos, y el kirchnerismo tiene que ser tercero”, graficó Vidal.
“En el PRO creemos mucho que los cambios no los hace una o dos personas, que los cambios los hacen los equipos. Apoyamos al rumbo económico del Gobierno y tenemos diferencia en otras cosas. Y está bien, porque nosotros no queremos hacer antimileismo ni queremos que este Gobierno le vaya mal. Lo que queremos es que se haga lo pendiente, que se haga lo que falta y en aquello que pensamos distinto, poder proponerle otra cosa a la sociedad. Es una alternativa, no es una oposición destructiva lo que queremos construir”, agregó.

En este contexto, la exgobernadora apuesta a su rol como presidenta de la Fundación Pensar para continuar interviniendo en la discusión pública. En menos de 24 horas concedió tres reportajes. Los informes mensuales de la usina de proyectos y dirigentes del PRO, con la supervisión de Macri, se convirtió este año en una hoja de ruta de los intereses y necesidades del partido. En sus últimas ediciones planteó duros cuestionamientos al gobierno nacional, desde la estrategia de toma de decisiones hasta el alineamiento incondicional hacia Estados Unidos, sin tener en cuenta otros mercados, como los países del golfo pérsico.
Un veterano exfuncionario porteño fue un poco más allá y planteó la posibilidad de que Vidal pueda reemplazar a Macri en la conducción del partido, cuando termine su mandato. “Biri, Biri, todos tienen pretensiones y está muy bien”, ironizó un dirigente con llegada al expresidente.
Por otro lado, la todavía diputada está enfocada en su tarea al frente de Haciendo Argentina, una ONG dedicada a fomentar la lectura y la escritura en barrios vulnerables del país, y en insertarse en la actividad privada.
Ayer, y entrevistada en Infobae en Vivo, respondió cómo hace el PRO para volver a ser fuerte: “Soy la presidenta de Pensar y el 5 de diciembre egresa la primera camada de 40 dirigentes sub40, producto de un convenio que armamos con las universidades de San Andrés y Di Tella, una diplomatura de un año para que se formen, porque van a ser los próximos intendentes, senadores, diputados; no se trata de la cúpula o de la gente que ven siempre del PRO, hay renovación, caras nuevas, hay gente muy competente y hay que ayudarla a llegar”.




