Jueves, 29 de mayo de 2025   |   Internacionales

La agenda económica de Trump enfrenta un nuevo caos tras los aranceles

La agenda económica de Trump enfrenta un nuevo caos tras los aranceles

El fallo emitido este miércoles por un tribunal federal de Estados Unidos, que desafía la autoridad del presidente Donald Trump para imponer aranceles de gran envergadura, podría representar un golpe significativo a toda su agenda económica.

La principal estrategia económica de Trump ha sido la implementación de aranceles, considerados históricamente elevados. Sin embargo, su administración ha presentado estas medidas comerciales agresivas como una parte de un enfoque más amplio que incluye recortes de gasto y recortes impositivos, formando un “taburete” económico con tres patas, que necesita todas para sostenerse.

Este miércoles, un panel de tres jueces del Tribunal de Comercio Internacional de EE.UU. bloqueó los aranceles globales que Trump había impuesto basándose en supuestas facultades económicas de emergencia. Estas medidas incluyen los aranceles recíprocos del “Día de la Liberación”, un arancel universal del 10%, y tarifas destinadas a impedir la entrada de fentanilo al país.

Con el inminente desmoronamiento de uno de los pilares de su política económica, el futuro del plan económico de Trump queda en el aire. Sin un comercio robusto, toda su estrategia podría verse comprometida.

Los aranceles, que han llevado a que numerosos socios comerciales de EE.UU. se sienten a negociar con Trump, teóricamente podrían abrir mercados extranjeros a más productos estadounidenses, beneficiando a los productores y agricultores del país. Además, los ingresos generados por estos aranceles podrían, al menos en parte, ayudar a financiar los costosos recortes de impuestos impulsados por la administración Trump y los republicanos en el Congreso, estimulando el crecimiento económico y proporcionando certidumbre a los mercados, al mismo tiempo que elevan el techo de la deuda.

La desregulación y los recortes de gasto, particularmente a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental, también pretenden reducir los costos gubernamentales y mitigar el impacto de los recortes impositivos en la creciente deuda federal.

Sin embargo, debido a su frágil estructura, el plan de Trump para inaugurar una nueva era dorada de crecimiento económico ha enfrentado numerosas críticas. Muchos economistas convencionales argumentan que la administración carece de la disciplina, la autoridad y el apoyo político necesarios para llevarlo a cabo. La naturaleza intermitente de su política comercial, así como las batallas legales en torno a DOGE y los enfrentamientos internos en el partido, son evidencia de este desafío.

Elon Musk, uno de los principales respaldos financieros de Trump y una figura central en el equipo DOGE, expresó sus críticas al proyecto de ley esta semana, señalando que el dramático aumento de la deuda estadounidense socavaba los esfuerzos de reducción de gastos. Ante la posibilidad de que la agenda de Trump no pueda incluir aranceles, los republicanos que abogan por el control del déficit en el Congreso podrían revaluar su apoyo a los recortes fiscales, especialmente considerando el alto costo del proyecto de ley, que se aproxima a US$ 4 billones, aun con cerca de US$ 1 billón en recortes a Medicaid.

Aniket Shah, jefe de sostenibilidad y estrategia de transición de Jefferies, comentó en una nota a sus clientes que el aumento de ingresos por aranceles (aproximadamente US$ 150.000 millones al año) podría haber ayudado a mitigar parte del déficit del paquete de reconciliación. Ante el incierto resultado legal, Shah advierte que Trump y los republicanos podrían verse forzados a aceptar menores recortes de impuestos o mayores recortes de gastos para avanzar con el proyecto de ley a través del proceso de reconciliación con el Senado.

En este momento, hay más preguntas que respuestas. La administración Trump ha apelado el fallo, y existe la posibilidad de que este sea revocado.

“Esto plantea interrogantes sobre cómo reaccionará la administración y cómo esto, si es que tiene algún efecto, influirá en el paquete fiscal que se encuentra en el Congreso”, explicó Keith Lerner, codirector de inversiones de Truist Advisory Services.

A pesar de que la apelación pueda avanzar a través del sistema judicial, incluso hasta la Corte Suprema, el fallo de este miércoles podría debilitar los tan deseados acuerdos comerciales de Trump con sus aliados internacionales. Estos acuerdos, que se han anunciado con poca frecuencia, incluyen solo marcos limitados con el Reino Unido y China.

Shah sugiere que “una posible razón del estancamiento en las negociaciones bilaterales podría ser que los socios comerciales de EE.UU. anticiparon este desenlace. ¿Considerarán ahora las negociaciones comerciales como un asunto que debe resolverse en los tribunales, o volverán a dialogar con EE.UU. sobre política comercial?”.

El revés a la agenda de Trump podría ser solo temporal. La falta de claridad del fallo aumenta la incertidumbre para empresas y consumidores, dado que señala la posibilidad de una eliminación total de los aranceles. Ernie Tedeschi del Laboratorio de Presupuesto de Yale comentó: “En cualquier caso, esto agrava la incertidumbre que ya enfrentan empresas y consumidores, ya que es el primer indicio de que los aranceles podrían ser eliminados por completo”.

No obstante, la administración podría encontrar vías alternativas para imponer sus aranceles evadiendo el escrutinio legal, como el uso de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que no se vio afectada por el fallo. Trump ha impuesto aranceles del 25% al acero, aluminio, automóviles y autopartes bajo esta autoridad.

Gary Clyde Hufbauer, investigador principal no residente del Instituto Peterson de Economía Internacional, concluyó: “Esto no ha terminado. Le da un toque de Whac-a-Mole a toda esta historia”.

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