
Habían transcurrido apenas 24 horas desde que el Senasa hizo oficial la resolución 333/2025, que desregula la importación de productos veterinarios, incluyendo vacunas contra la fiebre aftosa, cuando se generó una controversia dentro del Gobierno debido a la exclusión de Brasil de los países autorizados para la importación. Ayer por la tarde, mientras se llevaban a cabo las elecciones en la ciudad de Buenos Aires, el presidente del organismo sanitario, Pablo Cortese, se vio obligado a firmar de manera urgente una rectificación a través de la resolución 338/2025, publicada hoy. El propósito era incluir a Brasil en el listado, haciendo referencia a los “socios fundadores del Mercosur”, ya que el país había quedado excluido de la posibilidad de importar estos productos, especialmente las vacunas contra la fiebre aftosa. Esta medida, según trascendidos, fue impulsada por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, liderado por Federico Sturzenegger, y tuvo una acogida negativa en ciertos sectores de la misma administración pública.
La razón para excluir a Brasil de esta apertura se basaba en un informe técnico al que accedió LA NACION, fechado el 4 de febrero, donde el Senasa desestimó la continuidad de pruebas sobre la vacuna antiaftosa Ourovac (serie 0001/23), importada por Tecnovax desde Brasil, al detectar que el producto no cumplía con los requisitos de estabilidad térmica establecidos por la normativa argentina. Durante los controles técnicos realizados entre diciembre de 2024 y enero de 2025, se constató la ruptura total de la emulsión a 37°C, lo que inhabilitó el lote para avanzar en su proceso de registro y continuar con la etapa de prueba.
El informe técnico señala que, aunque el producto había superado inicialmente las pruebas de inocuidad, esterilidad, características físico-químicas e identidad antigénica bajo la técnica Elisa, no cumplió con la prueba de estabilidad térmica, esencial según la resolución vigente. Este incumplimiento se tradujo en una ruptura total de la emulsión a 37°C, superando el límite permitido del 5% de separación de fases acuosa. En otras palabras, a pesar de los resultados favorables en las pruebas iniciales, la vacuna no alcanzó la potencia requerida por el Senasa, lo que llevó a su rechazo.
Esto implicó que el lote analizado no podría ser utilizado para completar las fases del proceso de registro, obligando a la empresa importadora a presentar nuevos lotes para evaluación. El objetivo era mantener el control estatal sobre los medicamentos veterinarios, crucial para prevenir enfermedades en la región. El informe fue elaborado por Ana Taffarel, analista de la dirección del Laboratorio Animal, y Sabrina Galdo Novo, coordinadora de la misma dirección.
Cabe recordar que Tecnovax, que según varias fuentes habría presionado en las últimas horas para que Brasil figurara en la lista de países autorizados, solicitó en noviembre de 2024 la importación de este lote desde el laboratorio Ourofino Saúde Animal (Brasil) como lote piloto y no con fines comerciales. En este contexto, la vacuna buscaba avanzar con su registro local bajo el expediente EX-2024-72805989, con el informe presentado como evidencia técnica previa a la decisión sobre los países autorizados para la importación.
Según pudo reconstruir este medio, durante el fin de semana de las elecciones legislativas en CABA, el equipo de Pablo Lavigne, secretario de Coordinación Productiva y respaldado por Sturzenegger, llevó a cabo la rectificación de la resolución que firmó nuevamente Cortese este lunes. Lavigne asumió su cargo tras la salida de Juan Pazo hacia la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
De acuerdo a información obtenida por LA NACION, el lote que Tecnovax intentaba importar era un remanente del laboratorio Ourofino Saúde Animal, con fecha de vencimiento del 15 de agosto de 2025, después de que Brasil cesara la vacunación contra la fiebre aftosa. Este lote consistía en cerca de 5 millones de dosis. Por esta razón, varias fuentes señalaron que había una intención de “ingresarlo rápido”, dado que se trataba de una transacción a corto plazo.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), Brasil es considerado un país libre de fiebre aftosa en el que se lleva a cabo la vacunación. El país vecino espera avanzar hacia un estatus de libre de la enfermedad sin necesidad de vacunación.
Matías Nardello, exdirector de Salud Animal del Senasa y exdelegado de Argentina ante la OMSA, opinó que ningún país europeo podría proveer la vacuna para Argentina. Sin embargo, el listado autorizado por el Senasa incluye, además de los países del Mercosur, a Alemania, Francia y España, entre otros mencionados en el anexo, los cuales tienen reconocimiento de registro por ser miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Esta decisión implica un compromiso con la bioseguridad, vigilancia sanitaria y trazabilidad. El Consejo de la OCDE confirmó el inicio del proceso formal de ingreso de Argentina en mayo de 2024, luego de haber recibido una invitación en 2022. Brasil no forma parte del Consejo de la OCDE.
Dentro del Mercosur, los países que producen la vacuna son Argentina, Paraguay y Uruguay. Por su parte, Brasil, aunque solía fabricar la vacuna, desmanteló sus plantas de producción al cesar la vacunación, y actualmente no tiene capacidad operativa ni un banco de antígenos, ni vacunas disponibles para emergencias en caso de brote.
En febrero pasado, comenzó la primera campaña anual de vacunación contra la fiebre aftosa del 2025, según el nuevo cronograma del Senasa.
Nardello agregó que es justo permitir la importación, subrayando que no es razonable realizar una prueba de 60 días que contradice prácticas consolidadas a lo largo de los años en el sector. A nivel global, mencionó que aproximadamente el 60% de los países que no aplican vacunación son considerados libres de fiebre aftosa, lo que explica la escasez de fabricantes.
Se debe asegurar que el producto entregado a los productores no sea de mala calidad. El rol del Estado es proteger al productor y garantizar que lo importado cumpla con todos los estándares de calidad y requisitos establecidos. Todos los productos deberían pasar por Colonia 25 de mayo, el centro de pruebas del Senasa, enfatizó.
Nardello puntualizó que todas las acciones realizadas implican una gran responsabilidad por parte del organismo oficial. “El argumento del precio, que llevó a la desregulación de importaciones impulsada por Sturzenegger, es solo un pretexto para bajar 20 centavos de dólar el valor. Esto podría poner en riesgo todo un sistema que permite la exportación y mantener un estatus sanitario eficaz. No podemos bajar la guardia ahora. No podemos arriesgar todo lo logrado”, concluyó.