Martes, 20 de mayo de 2025   |   Campo

Crisis en los campos bonaerenses afectados por inundaciones

Crisis en los campos bonaerenses afectados por inundaciones

La escena se repite en diversos puntos del norte y el oeste de la provincia de Buenos Aires: vacas refugiándose en lomas o en el agua, campos de soja y maíz sumergidos, y caminos rurales intransitables. El temporal que azotó la región en los últimos días ha dejado una huella profunda, afectando tanto las áreas productivas como los centros urbanos. Chivilcoy, Chacabuco, San Antonio de Areco, Salto y 25 de Mayo son algunos de los distritos más impactados.

En este contexto, productores y representantes del sector rural han expresado su preocupación por la suspensión de la cosecha gruesa, el retraso en la siembra de trigo y las serias dificultades que enfrenta la ganadería debido al estado de los campos. La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), dependiente de la Secretaría de Agricultura, indicó que aproximadamente la mitad de la provincia está afectada por excesos hídricos.

Mario Coux, presidente de la Sociedad Rural de Salto, calificó la situación como “catastrófica” desde el punto de vista productivo. Aunque el río ha comenzado a bajar, los campos cercanos a la cuenca permanecen anegados. Coux comentó: “Somos un pueblo agrícola-ganadero y las vacas están confinadas en zonas de cañadas y bajos, que son las más inundadas. Hay lugares a los que aún no se ha podido acceder”. En algunos casos, los productores se vieron obligados a cortar alambrados y trasladar animales a campos agrícolas para salvarlos del barro.

La situación de los pollos y cerdos también es crítica, con algunos criaderos inundados. En cuanto a la cosecha de soja, se estima que entre un 10% y un 15% de la producción de segunda queda sin recolectar. “Los caminos y las rutas actuaron como un tapón, permitiendo que el agua solo fluyera por las alcantarillas, lo que inundó muchos lotes”, agregó.

En San Antonio de Areco, Martín Vivanco, ex presidente de la Asociación Regional de Productores, comparó la actual situación con una de las peores inundaciones en su memoria. “En un solo día cayeron 400 mm, algo inimaginable. La gran inundación de 2008 y 2009 fue comparable, pero esta fue aún más intensa”, recordó.

Vivanco destacó que, aunque el área urbana ha sufrido severos daños, el campo también enfrenta desafíos significativos. “El invierno se presenta complicado porque muchos campos están anegados y tienen pocas posibilidades de recuperarse”, advirtió. Durante el evento más crítico, dijo que hasta un 30% del área se encontraba bajo agua. “Era un mar. No se podía ver el camino”, describió. También expresó su preocupación por la siembra de trigo: “Estamos en mayo, a 15 o 20 días de comenzar, y el panorama es incierto. Si tuviera que comprar semillas hoy, no lo haría. No creo que se pueda sembrar a tiempo”, concluyó, añadiendo que se esperan más lluvias.

Laura Fernández Cagnone, productora de Chivilcoy, compartió su experiencia: “Estoy aislada en el campo, no puedo moverme”. Las recientes lluvias han dejado caminos intransitables y campos inundados, pero lo que más le preocupa es el agua que sigue llegando desde el norte del partido. “El partido de Chivilcoy pertenece a la cuenca del río Salado. Las precipitaciones fueron significativas, pero en el norte se registraron más de 300 milímetros, mientras que en el sur fueron entre 130 y 140. Ahora quienes estamos al sur estamos recibiendo el agua del norte”, explicó.

Además, cuestionó la falta de adecuado drenaje del río: “El dragado se realizó de manera inusual. No sé si se dejaron montículos de tierra o se estrecharon los puentes para frenar el caudal en momentos de sequía, pero hoy eso nos afecta”. Aseguró que durante varios días no habrá condiciones para avanzar con la cosecha gruesa: “No hay piso para seguir cosechando, y quienes nos dedicamos a la ganadería estamos tratando de encontrar algún potrero seco para mover la hacienda”.

Fernández Cagnone subrayó que la situación es consecuencia directa de la discontinuidad de las obras en la cuenca del Salado. “Hemos vivido situaciones similares antes. Pensé que, con el avance de las obras, esto no volvería a ocurrir. Pero las obras no están bien ejecutadas, y de nuevo nos encontramos con campos inundados”, lamentó. “El plan maestro del río Salado debe ser una prioridad, no solo para Chivilcoy, sino para toda la provincia de Buenos Aires, ya que es el río que drena el agua hacia el mar”, concluyó.

En 25 de Mayo, la situación es igualmente preocupante. “Hoy no se puede cosechar: no tenemos caminos ni suelo firme”, explicó Darío Sabini, presidente de la Sociedad Rural local. “Con estas condiciones, no se podrá sembrar trigo. Esto retrasará el inicio de la campaña”, añadió.

Sabini precisó que quedan alrededor de 65.000 hectáreas de soja de segunda sin cosechar y que también hay demoras en parte del maíz. “Con tanto anegamiento, se pierden recursos. Además, desde el punto de vista ganadero, estamos enfrentando serias limitaciones”, indicó.

En Chacabuco, aunque se registraron aproximadamente 400 mm, el impacto fue menos severo, según Leonardo Maya, un productor de la zona. “No será tan grave como parece. En 2015, cayeron más de 300 mm y la situación fue peor. Esta vez, con mucho déficit hídrico previo, el agua drenó más rápido”, comentó.

Sin embargo, reconoció que podría haber consecuencias en la siembra de trigo, aunque la cosecha ya está casi finalizada. “Si la lluvia hubiera llegado 20 días antes, estaríamos en apuros. Hoy queda un 5% sin cosechar, algunos maíces tardíos o sojas puntuales, pero muy poco”, explicó.

Respecto a la siembra de trigo, indicó que están cerrando contratos de alquiler y monitoreando el pronóstico. “Si no llueve más, o solo un poco, en 20 días o un mes la situación mejorará. El pico de siembra arranca alrededor del 10 de junio, así que aún tenemos tiempo. Pero si vuelven las lluvias fuertes, se complicará”, advirtió.

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