
Tras la consideración de la Comisión Europea de que Argentina presenta un riesgo medio o estándar en términos de deforestación, lo que podría generar obstáculos burocráticos para que los productos agropecuarios argentinos ingresen al bloque de la Unión Europea (UE), el país ha presentado una carta formal de objeción y ha activado una estrategia para evitar que dicha normativa actúe como una barrera encubierta: este viernes, se llevó a cabo una reunión bilateral crucial entre funcionarios para debatir la posible reclasificación de este estatus a “riesgo bajo”. Cabe recordar que, a partir del 1° de enero próximo, el bloque europeo no adquirirá productos como la soja y la carne, entre otros, provenientes de áreas deforestadas después de 2020.
Es importante mencionar que, en mayo pasado, Argentina fue categorizada como país con “riesgo medio” junto a Brasil y Paraguay en la implementación del Reglamento de Deforestación de la Unión Europea (EUDR). Esta categoría de riesgo medio puede resultar en un aumento de los controles y costos para los productos agroindustriales locales. A raíz de la reunión con la Comisión Europea, podría abrirse la posibilidad de una reclasificación, aunque dependerá de un informe de la FAO.
La información fue adelantada por Agustín Tejeda, subsecretario de Mercados Agroalimentarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, durante un evento de la Fundación Producir Conservando, ante un grupo de empresarios del agro.
El funcionario indicó que estas reuniones se alinean con los objetivos de la Secretaría, que busca garantizar trazabilidad mediante sistemas públicos, como los de Senasa y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), sin que esto implique mayores costos ni comprometa la confidencialidad de los datos. Señaló que la meta es posicionar a Argentina como un proveedor confiable, predecible y eficiente en un contexto global caracterizado por un “creciente proteccionismo y barreras al comercio”.
Agustín Tejeda habló ayer ante empresarios del sector agropecuarioRedacción LA NACION
En este sentido, afirmó que existe una clara intención del gobierno nacional de avanzar en negociaciones externas para fomentar las exportaciones nacionales. Ejemplificó que Japón es uno de los mercados asiáticos prioritarios para Argentina, junto con China, India y Corea del Sur, entre otros. Anunció que el ministro japonés de Agricultura, Koizumi Shinjirō, visitará Argentina el próximo lunes para mantener una reunión bilateral, lo que indica que la relación entre ambas naciones se está fortaleciendo.
Tejeda expresó que la estrategia general del Ministerio de Economía, y en particular para el sector, se basa en varios puntos, siendo el comercio internacional uno de sus ejes estratégicos, marcando un cambio fundamental respecto a la visión que Argentina ha tenido en los últimos 60 o 70 años.
Sin embargo, destacó que la estabilización macroeconómica es el principal objetivo, y el equilibrio fiscal es la herramienta para lograrlo. “Cualquier negocio puede desarrollarse en un escenario más estable. De lo contrario, nada de lo que discutamos aquí tendría sentido. Ese es el objetivo número uno”, aseguró.
Asimismo, mencionó que otro punto fundamental del gobierno es la “desregulación, facilitación y promoción del comercio”. Resaltó que la mayoría de las medidas adoptadas se centran en facilitar el comercio, especialmente la exportación, reducir costos argentinos y mejorar la competitividad de las distintas cadenas. “La reducción de impuestos, comenzando por los más distorsivos, ha sido esencial. Muchas de las medidas implementadas en este año y medio van en esa dirección”, aclaró.
Shinjirō Koizumi, ministro de Agricultura de Japón, quien visitará la Argentina la próxima semanaGentileza Reuters
Manifestó que otro de los ejes relacionados con la “estabilización macroeconómica” es la “baja de impuestos”, y subrayó que el Gobierno continuará en esa línea. Agregó que otro de los focos del Ejecutivo está en fomentar la innovación y la productividad. Según indicó, Argentina está llevando a cabo una estrategia unilateral que contrasta con la estrategia adoptada por buena parte del mundo. “El cerrarse al comercio internacional solo conlleva un menor crecimiento y desarrollo. Por eso, hay una firme convicción, a pesar del contexto, de avanzar hacia una mayor liberalización y facilitación del comercio y de las inversiones internacionales. Esto es muy favorable para este sector, que es uno de los más competitivos de la economía argentina”, precisó.
Tejeda concluyó que desde el Ejecutivo se ha planteado posicionar a Argentina como un “proveedor confiable, previsible y eficiente en el uso de recursos e insumos”, características que hoy son demandadas por el mercado a nivel global. “Sobre esa base queremos construir un posicionamiento y en cada mercado buscamos destacarlo. Especialmente en mercados asiáticos, donde el valor de la confianza, la previsibilidad y la estabilidad institucional es fundamental”, enfatizó.
Aseguró que se trabaja para abrir el mercado de carne bovina hacia Japón —para el producto proveniente del norte de la Patagonia— y menudencias bovinas hacia China, entre otros mercados. “La apertura sanitaria es el primer paso, pero luego vienen los aranceles. Muchos productos argentinos enfrentan desventajas porque nuestros competidores ya han firmado acuerdos comerciales. Si logramos abrir Japón, aún confrontamos un diferencial arancelario de hasta 20 puntos respecto a Australia o EE. UU. Por ello, es necesario dar el primer paso. Aunque las negociaciones comerciales son más lentas, hay una decisión firme del Gobierno de avanzar”, afirmó.