
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mapa) de Brasil anunció ayer la detección del virus de la influenza aviar altamente patógena (HIAIV) en reproductores avícolas comerciales. En respuesta, el Senasa ha intensificado las medidas de bioseguridad y vigilancia en los establecimientos avícolas del país, con el fin de mitigar el riesgo de ingreso del virus. Como medida preventiva tras la comunicación oficial de Brasil, el organismo sanitario argentino ha decidido suspender la importación de productos y subproductos de origen aviar provenientes de ese país.
La detección del virus se produjo en el estado de Rio Grande do Sul, en el municipio de Montenegro, ubicado a unos 620 km de la frontera argentina. Según el informe brasileño, se trata del primer brote de IAAP en un sistema de producción avícola comercial en Brasil, donde el virus ha estado presente principalmente en Asia, África y el norte de Europa desde 2006.
Es importante señalar que la IAAP es una enfermedad de rápida propagación, principalmente a través de aves silvestres migratorias, que son los reservorios naturales del virus. Su presencia plantea un riesgo significativo para la avicultura, dado el alto impacto sanitario y económico que puede tener, incluido el establecimiento de restricciones en los mercados internacionales.
El Senasa ha recomendado a los productores de aves de traspatio que mantengan a sus aves en espacios protegidos para evitar el contacto con aves silvestres, limpiar y desinfectar periódicamente los gallineros, utilizar ropa y calzado específicos para la manipulación de aves, y restringir el acceso de aves silvestres a fuentes de agua y alimento en los gallineros familiares.
Además, el Senasa destacó que, aunque no es posible controlar el avance del virus en zonas con aves migratorias, es esencial notificar de inmediato cualquier observación de signos clínicos compatibles con la IAAP, tales como muerte súbita, disminución en el consumo de alimento y agua, mermas en la producción de huevos o huevos deformes, inflamación en la cabeza, cresta, barbilla y patas, secreciones nasales, tos y dificultad para respirar, diarrea verdosa, problemas neurológicos, plumas erizadas y un aspecto decaído.
En cuanto a la genética aviar, el ingreso de aves de un día y huevos fértiles seguirá permitido, siempre que provengan de compartimentos reconocidos oficialmente por el Senasa como libres de esta enfermedad.
Por otro lado, en el marco de la actual emergencia sanitaria y de acuerdo con la resolución Senasa N° 147/2023, se aconseja a los establecimientos de aves de corral revisar y reforzar las mallas antipájaros, aumentar la limpieza de áreas con materia fecal de aves silvestres, optimizar las medidas de manejo, higiene y bioseguridad en las granjas, reducir o eliminar las zonas de agua estancada que puedan atraer aves silvestres, y evitar acciones perjudiciales para la fauna silvestre, como el uso de dispositivos para ahuyentarlas, la caza indiscriminada o la destrucción de su hábitat.
Desde enero, el Senasa y la Secretaría de Agricultura han organizado talleres destinados a productores avícolas comerciales, enfocados en la prevención de la influenza aviar. Estas capacitaciones han abordado la planificación de medidas de bioseguridad, la identificación de signos clínicos de la enfermedad y los procedimientos para su notificación y atención ante sospechas.